Viernes y la espera de asistir nuevamente al Teatro U. de Chile después de Mayo, sensación en que más de un momento genera un erizar de pelos. Lo principal del reencuentro era el anhelo de sentir la obra de Strauss Así habló Zaratustra y el regreso de Michal Nesterowicz, director que inicio todo el proceso de unión entre la Sinfónica y nosotros, por lo tanto era el momento justo.
La obra Así Habló Zaratustra, de Richard Strauss, fue popularizada por su incorporación en la cinta de Stanley Kubrick, 2001 Odisea del Espacio; el Concierto para piano N°1 de Frederich Chopin; y la obertura La Fuerza del Destino, de Giuseppe Verdi fuerón interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Chile bajo las indicaciones del director titular Michal Nesterowicz.
EL ZARATUSTRA DE STRAUSS
Compuesta y estrenada en 1896, la obra describe la evolución religiosa y científica del ser humano hasta llegar a la idea del superhombre, planteada por el filósofo alemán Friedrich Nietzche en la obra del mismo nombre. Sin embargo, esta no es una pieza donde seu autor haya intentado musicalizar las reflexiones del pensador germano, por el contrario, en más de una ocasión declaró que era un intento por sugerir la evolución del ser humano desde el hombre primitivo hasta el superhombre anunciado por el filósofo en su obra.
Considerada por Michal Nesterowicz como una de las piezas más fantásticas de la música sinfónica, el director afirma que "Strauss escribió no sobre el Zaratustra de Nieztche; esta obra es la Zaratustra de Strauss. Son 45 minutos de música en los que se nos plantean grandes interrogantes", afirma.
PURO ROMANTISMOLa Obertura de la ópera La Fuerza del Destino de Verdi, estrenada en el Teatro de la Scala de Milán en 1869, constituye probablemente la pieza sinfónica más conocida del compositor, en la que se sintetiza sonoramente la tragedia del amor, muerte y venganza que protagonizan los personajes de esta historia.
Tópico que en este concierto seguirá gracias a uno de sus más grandes exponentes, el compositor y pianista polaco Frederich Chopin. La obra, estrenada en Varsovia en octubre de 1830, con el propio Chopin como solista, es un reflejo de su música romántica y donde prima el lirismo y la belleza.
