¡Oh vosotros, que deseosos de escucharme habéis seguido en una pequeña barca tras mi bajel, que navega cantando, virad para ver de nuevo vuestras playas!. No os internéis en el piélago, porque quizá, perdiéndome yo, quedaríais también perdido. El agua por donde sigo no fue jamás recorrida: Minerva sopla mi vela, Apolo me conduce y las nueve Musas me enseñan las Osas. La Justicia me muestra mi alto factor, mostrándome la divina potestad, la sabiduría suprema y el primer amor.
This entry was posted
on martes, 8 de abril de 2008
at 1:26 a. m.
and is filed under
Irene Jacob Krystof Kieslowski Zbigniew Preisner
. You can follow any responses to this entry through the
.